Una taza de chocolate se puede tomar en cualquier época del año, pero a mi, especialmente la época en la que más me gusta tomar ese chocolate es el invierno, con ese frío que va desapareciendo según vas tomando sorbitos pequeños para no quemarte. Ese chocolate me gusta que venga acompañado de unos churros o porras.
En Madrid hay muchos establecimientos en donde puedes tomar un chocolate, sin duda a mi me gustan las de toda la vida, las chocolaterías más famosas y antiguas.
A la que más suelo ir es a Valor, en Callao. Es una cadena de chocolaterías con desayunos, helados, granizados artesanales y bombonería gourmet de producción propia. Esta sociedad fue fundada en Alicante en 1881, como fábrica de chocolate a la taza, onzas y libras. Pasaron muchos años y acontecimientos tanto dentro de la empresa como en el país, hasta que llegó la primera chocolatería Valor, allá por el 1984, hasta que en 1993 fue creada franquicia. Es una estancia muy acogedora y aunque siempre está repleta de gente siempre tienes la sensación de comodidad, tanto por el trato, como por el olor a chocolate, como por su mobiliario. Un vistazo a los cafés antiguos, con sus mesas en mármol y forja, madera y el color verde y dorado que caracteriza la propia marca.
Otra famosa es la San Ginés, ubicada en el pasadizo de san Ginés y fundada en 1894. Otra parada obligada si vienes a Madrid, tanto lugareños como turistas y antiguamente al salir del teatro, las gentes acudían a tomar su chocolate con churros antes de retirarse a sus casas. Aunque la frecuento menos, su estética me gusta porque recuerda a los cafés del siglo xix, con mesas de mármol, sus mesas de madera y su azulejos en la barra.
Pero además de chocolaterías en si, también hay tiendas de chocolates como la de la foto, La Maison du Chocolat de París, un chocolate internacional de lujo, fundado en 1977 y el que a lo largo de los siglos ha ido creciendo tabto en el país vecino como internacionalmente.
Chocolate a la taza, en tableta,bombones, yogurt, etc, porque el dulce siempre sienta bien. Tanto solo como en compañía, la madrugada de Año Nuevo, como una merienda con amigas en casa.
Pongamos siempre un toque dulce a nuestros días y hagamos que sean mucho más felices porque con una sonrisa podemos conseguir y alcanzar nuestros sueños.
Que tengáis una dulce y buena semana. gracias por leerme.
un beso enorme.
( Fotos de internet, de mr. wonderful y propias )
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